Ramón Orlando Valoy, el merenguero que forma parte de una de las principales dinastías musicales dominicanas, cumplió 65 años de vida este martes 29 de julio.
“Papi, te voy a celebrar tu cumpleaños con un combo completo”, expresa su hijo Jura Valoy al cantarle feliz cumpleaños en sus redes sociales.
El mayor de los hijos de Cuco Valoy, es un artista con 50 años de trayectoria, los cuales ha aprovechado para explorar diferentes facetas y retos.
Ahora mismo su sueño es llenar el Estadio Olímpico, el 26 de septiembre de 2026, fecha que anunció con más de un año de anticipación.
Ramón Orlando es uno de los grandes virtuosos. Es arreglista, compositor, cantante, y en todas estas áreas ha ido dejando su impronta.
Fue su padre Cuco, quien a muy temprana edad descubrió que Ramón Orlando tenía aptitudes para la música.
De escuelas más modestas, en su adolescencia pasó al Conservatorio Nacional de Música, a principios de los años 70. Es el único líder de orquesta popular graduado como maestro de piano y ha logrado tocar con la Orquesta Sinfónica Nacional, dirigida por José Antonio Molina, en 1997.
“Me contó papi que cuando él tenía ensayos con Los Ahijados, yo me acercaba con unas maracas y fue cuando él dijo: este muchacho tiene talento para la esto”, comentó el artista hace varios años.
Su instrumento soñado era la batería, pero su padre lo motivó a estudiar piano y le ponía a escuchar los discos de La Sonora Matancera de Cuba y “Johnny Pacheco, que estaba bien pegado para la época y me fui enamorando de esa música”.
Luego comenzó a tocar bongó con el bachatero Luis Segura “El Añoñaíto”, pero fue a partir de 1975 cuando se adentró en ser parte de la dinastía musical que creaba su padre. En ese año salió el primer tema del grupo La Tribu de Cuco Valoy, arreglado por Ramón, lo que había aprendido en el Conservatorio con el músico Nelson Eddy.
Más que como cantante, en La Tribu se desempeñaba como pianista y corista: “A mí siempre me gustó eso de cantar, pero no dizque para ser un cantante, sino que hacía esos coros de la salsa y lo hicimos de esa manera en la orquesta”.
En 1979, hizo con la Tribu el tema “Moisés el cano y Sebastián el vago” y como era una historia de dos personajes debía ser interpretado por dos cantantes. Fue así como grabó una parte del merengue junto a Henry García, quien era el intérprete estar de la agrupación.
Motivado por “Moisés el cano y Sebastián el vago” en 1982 volvió a grabar un merengue, “Te extraño”, esta vez sin Henry García de por medio.
A partir de ahí comenzó una evolución que Ramón impulsó en el merengue y tuvo que explicarle a su padre sobre los cambios que experimenta la música para principios de los años 80.
Después de salir de la agrupación de su padre en 1984 y a finales de 1985 le llegó la oferta de la empresa Interdosa de dirigir la Orquesta Internacional, que lidereaba Peter Cruz, con quien grabó el merengue “Cometa blanca”.
Luego de eso llegaron otros éxitos merengueros como “Loco de amor”, “Un día más” y muchos otros. Solo con la Orquesta Internacional grabó 217 temas en 19 discos, de 1986 a 2014, además de tres con Cuco Valoy.
También arreglos para otros artistas como “El amor y la moda”, en voz de Sandy Reyes, y “Sé que te perdí”, cantado por Fernando Villalona, que fue todo un suceso.
Ramón Orlando también fue escuela, pues al menos 10 cantantes fueron impulsados a través de su orquesta, entre ellos Peter Cruz, Henry García, Fénix Ortiz, Félix Mirabal, George Quezada, Migue Miguel, Diómedes Núñez, Milady Merette, Alexis Palacio y Ricardo López.
Sin embargo, recuerda que de todos los merengues, “No hay nadie más” y “El venao” fueron los más populares, mientras que de las baladas “Las mil maneras”.
Un aspecto importante en su vida, fuera de la música y los escenarios, es su entrada al Evangelio y a seguir los pasos de Jesucristo, a partir de 1986.
“Para mí lo más importante en todos estos años ha sido la gente, el amor que me tiene. No es el dinero, la fama viene y se va, pero el amor que me tiene mucha gente es lo más importante, eso siempre permanecerá”, ha dicho.
