Donde escuchas Disco 106, Escape 88.9, Fuego 90, MixX 104.5
Compártelo:

Con una comunidad digital de casi 18 millones de seguidores a nivel mundial, el influencer venezolano Marko está posicionado como uno de los creadores de contenidos de habla hispana más sólidos de la actualidad. 

Combinando lo jocoso con lo social, Marko sabe que, para consolidarse en este competitivo mundo actual, hace falta diversificarse, de ahí que también lo veamos produciendo y presentando su propio programa en YouTube, siendo host de eventos tan importantes como los Premios Heat (que se llevarán a cabo este jueves 8 de junio en Cap Cana) o debutando en el cine dominicano con un rol estelar en la próxima cinta de Caribbean Cinemas denominada “Perdiendo el juicio”.

“Estoy contento con esta oportunidad que me está dando el cine dominicano, uno de los más fuertes del mercado latino. Tengo la bendición de tener la oportunidad de hacer un personaje en esta cinta llamada Perdiendo el juicio con uno de los personajes protagónicos en esta película de comedia”, estimó ilusionado

Agregó: “Es mi primera película realmente. Yo hice una película, pero es mi primer proyecto grande en el cual trabajo y estoy aprendiendo”. Él está disfrutando este proceso al máximo, tanto por los compañeros con los que comparte como por el hecho de rodar en la República Dominicana.

“Yo siempre la he pasado muy bien con el dominicano. Me siento en familia. La energía del dominicano siempre recarga mis baterías, es una energía que no encuentras en ningún otro lugar del mundo, por la felicidad que tiene en su corazón”, admitió.

Ese mismo sentimiento lo ha vivido en el filme. “Yo pensaba que el ambiente en el set sería distinto, más serio, pero ha sido una chercha, somos un coro muy lindo. Y te juro que hasta ahorita el rodaje no ha sido pesado ni un poquito para nadie”, aseguró.

En la cinta, que está dirigida por Frank Perozo, rodada en un 80 % en Santo Domingo y el resto en Santiago, comparte créditos con Clarissa Molina, Julián Gil, Cheddy García y Shalim Ortiz. En ella se cuenta la historia de un caso legal que une a un abogado y una abogada entre la rivalidad y el romance.

De Perozo reconoció que “tiene la capacidad de hacerte sentir tranquilo y lograr que uno a nivel actoral haga lo necesario, lo que se necesita en esa escena y que todo el equipo esté a gusto en base al respeto mutuo”.