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La asfixia por atragantamiento es la tercera causa de muerte no natural por delante de los accidentes de tráfico. En el caso de los niños, las lesiones no intencionadas o accidentes constituyen la primera causa de muerte en la infancia entre los 5 y 18 años de edad. Por ello, no es de extrañar que sea uno de los principales miedos de los padres, sobre todo a partir de los 6 meses, cuando los niños empiezan la alimentación complementaria.

¿Qué es un atragantamiento?

Para empezar, hay que aclarar qué se entiende por atragantamiento: “Se dice que un niño se ha atragantado cuando un objeto inesperadamente se introduce en la vía aérea creando una obstrucción parcial, es decir, permite la salida de aire, o completa cuando la obstruye completamente y no deja pasar el aire”.

¿A qué edades son más frecuentes los atragantamientos en niños?

No hay una edad en la que una persona esté libre de poder atragantarse, es un riesgo que existe siempre, pero es cierto que en niños ocurre con más frecuencia: “La aspiración de un cuerpo extraño en la vía aérea es más común en niños que en adultos y sigue siendo el accidente mortal doméstico más frecuente en el niño menor de 6 años. Los datos del Consejo de Seguridad Nacional indican que aproximadamente el 80% de los casos ocurren en pacientes menores de 15 años, y el 20 por ciento restante presenta más de 15 años”.

Los alimentos más peligrosos en bebés y niños

Hay que tener claro que hay alimentos que suponen un mayor riesgo de atragantamiento para los niños. Hay alimentos prohibidos en los menores de cinco años por riesgo de atragantamiento y son los siguientes:

Uvas enteras.

Frutos secos enteros o en trocitos (sí podemos dárselos molidos desde los seis meses de vida).

Caramelos duros, chocolates duros, palomitas.

Aceitunas enteras.

Salchichas cortadas a rodajas.

También es muy peligroso jugar con globos.

No obstante, hay que tener claro que no son solo los alimentos los responsables de los atragantamientos en los niños: “Existe un aumento de los atragantamientos y como consecuencia la aspiración del cuerpo extraño (es decir el paso del cuerpo extraño al aparato respiratorio) en los primeros tres años de edad, habiendo un pico a los dos años de edad y otro en la etapa escolar. En los niños menores los cuerpos extraños que más frecuentemente provocan atragantamiento son materiales orgánicos, sobre todo los frutos secos (almendras, palomitas, avellanas). En los niños mayores el atragantamiento se asocia a materiales inorgánicos fundamentalmente el material escolar”.

Cómo evitarlos

Los atragantamientos en niños pueden evitarse ofreciendo al niño los alimentos de la manera adecuada, vigilando y sabiendo cómo actuar ante este accidente: “En la inmensa mayoría de los casos, este accidente podría haber sido evitado si el adulto que está con el niño hubiera tomado unas medidas de prevención sencillas. Habitualmente los niños se atragantan por dos tipos diferentes de cuerpos extraños, por un lado están los cuerpos extraños alimentarios, y dentro de este grupo los frutos secos con lo cual debe retrasarse su ingesta o darlos machacados. Las verduras como zanahorias, deben estar lo suficientemente cocidas como para poder deshacerse, otros alimentos esféricos como uvas, deben partirse longitudinalmente, así como la carne y salchichas en pequeños pedazos.

Por otro lado, tenemos los cuerpos extraños no alimentarios, dentro de este grupo suelen ser los cuerpos maleables los principales causantes, en especial en los niños menores de 3 años, como es el caso de los globos, juguetes pequeños (bolas, canicas, piezas de desmontables), monedas, cuentas de collares, caramelos, chicle, etc. Es fundamental enseñar al niño a que mastique lenta y cuidadosamente, y evitar que juegue, ría, hable o se malposicione mientras mastica. Siempre deben estar vigilados por un adulto. Tanto en la prevención, como en la actuación de una obstrucción de vía aérea en niños, es fundamental insistir en la formación y realización de talleres para padres y cuidadores, “Una vez que se empiece con la comida sólida, cortarla en trozos pequeños vigilando que sean fáciles de tragar, no ofrecer frutos secos u otros alimentos que puedan producir atragantamiento hasta cumplidos los 4 años, enseñar a los niños a permanecer sentados mientras comen, evitar comidas mientras juegan o corren, comprar juguetes homologados, adecuados a la edad del niño y seguir las recomendaciones del fabricante, además de evitar juguetes que se fragmenten o tengan piezas pequeñas en los menores de 4-5 años”.

Cómo actuar ante un atragantamiento

La maniobra de Heimlich contra los atragantamientos puede salvar una vida y todos deberíamos conocerla. La maniobra se llevaría a cabo por detrás de la persona atragantada, colocando el puño por encima del ombligo, bajo las costillas, con el pulgar hacia el abdomen. Con la otra mano se cubre el puño y se presiona con fuerza hacia dentro y hacia arriba. Esto se hace en el caso de tratarse de un adulto, pero ¿Y si es un bebé o un niño? Según la misma infografía, si se trata de un niño lo correcto es arrodillarse por detrás del niño y realizar la maniobra, pero presionando con menos fuerza.

Los expertos inciden en la necesidad de diferenciar entre una obstrucción parcial o completa, ya que una obstrucción completa de más de 4 minutos de duración puede provocar lesiones irreversibles a nivel cerebral o bien la muerte del niño, por eso es imprescindible que los padres sean conocedores de las técnicas de reanimación cardiopulmonar básica cuya aplicación pueden llegar a salvar la vida de su hijo, así como la forma de prevenir este grave accidente: “Cuando el objeto que entra en la vía aérea es sólido (cuerpo extraño), puede provocar la obstrucción de la misma, dificultando o impidiendo la entrada y salida de aire, produciendo falta de oxígeno. La actitud que deben tomar unos padres ante un atragantamiento dependerá de varios factores como son la edad del niño, si está consciente o no, si tiene o no tos o si respira o no lo hace: si existe una obstrucción parcial, el lactante o niño puede lograr un intercambio de aire adecuado o deficiente, lo cual le permite toser con fuerza.

Según entre el aire a través de esta vía parcialmente obstruida, el niño tendrá una tos más o menos intensa, marcando la gravedad cuando pierde la tos. La respiración puede ser cambiante, desde normalidad hasta gran dificultad. El niño puede colocar sus manos alrededor del cuello como una reacción natural de atragantamiento, lo que se conoce como la señal universal de atragantamiento. Si ocurre esto la actitud debe ser la de estimularle para que siga tosiendo, de manera que pueda expulsar de forma natural el objeto extraño, no debiendo jamás meter los dedos en la boca del niño para intentar sacar el objeto, ni darle golpes en la espalda. Si, desgraciadamente, la obstrucción es completa el niño no puede ni toser ni respirar. Si sigue consciente, lo primero que deberá hacer es pedir ayuda a las personas de su entorno para que llamen inmediatamente al teléfono de emergencias 112 y pedir que se active el Sistema de Emergencias Médicas que exista en su ciudad. Mientras tanto deberá empezar a realizar las maniobras de desobstrucción, pues si pasan más de 2 minutos el niño tendrá ya una falta importante de oxígeno en su cerebro y perderá la conciencia. En este caso sí debemos dar 5 golpes con el talón de la mano en la zona interescapular (entre las paletillas), debiendo ser estos golpes rápidos, y moderadamente fuertes, posteriormente deberá hacerle 5 compresiones abdominales, conocidas habitualmente como maniobra de Heimlich.

Para ello el reanimador se situará de pie y sujetará al niño desde atrás, pasando los brazos por debajo de las axilas, al tiempo que coloca la mano en forma de puño con el pulgar flexionado hacia dentro, apoyándola entre la punta del esternón y el ombligo. Con la otra mano se agarrará el puño y realizará un movimiento de presión dirigido al mismo tiempo hacia atrás y arriba. Este movimiento debe de realizarse con fuerza y brusquedad, con el fin de buscar la expulsión del objeto. Después se deberá mirar la boca del niño por si el objeto es visible y hay posibilidades de extraerlo. Recuerde que jamás se debe meter el dedo a ciegas en la garganta del niño para tratar de sacar algo que no se ve, pues sin querer se puede provocar una mayor obstrucción. Hay que seguir repitiendo estas maniobras hasta que el niño expulse el objeto y/o empiece a toser o respirar. Si llegara a perder el conocimiento, debemos iniciar las maniobras de compresiones torácicas o masaje cardíaco”.

Atragantamientos en bebés

¿Qué pasa si se trata de un bebé? La frecuencia de aspiración de cuerpos extraños aumenta a partir de los 5 meses de edad, momento en el cual la aprensión manual es posible y pueden acceder a objetos cercanos y llevárselos a la boca. No obstante, bebés menores de 5 meses pueden sufrir atragantamientos por problemas con la succión deglución o al jugar con otros niños y también deben iniciarse medidas de desobstrucción: “Inicialmente si la obstrucción es parcial, debemos favorecer el reflejo de la tos, incluso que el bebé llore, estando a su lado para generar confianza. En ningún caso debemos darle golpes o zarandearlo. Si no tiene capacidad de toser o llorar, debido a su menor tamaño y manejabilidad, nos permite ponerle en un plano inclinado (cabeza más baja), apoyado en nuestro brazo y pierna (muslo) flexionado ipsilateral, favoreciendo la expulsión apoyándonos en algún sitio o sentándonos a fin de conseguir que su cabeza se encuentre más baja que el tronco. Una vez colocado le ayudaremos primero dando 5 golpes con el talón de la mano en la zona interescapular. Después se pondrá al niño boca arriba y le dará 5 compresiones en el tórax, en la zona central del pecho entre la boca del estómago y las tetillas. Tras esto deberá mirar la boca del lactante por si el objeto es visible y hay posibilidades de extraerlo”.

Paso a paso ante un atragantamiento infantil

A continuación vamos a reforzar, de la mano de la Dra. Sánchez, el paso a paso a seguir ante el atragantamiento de un niño:

– Primero estar tranquilos y mantener la calma.

– Posteriormente hay que actuar en función de tres situaciones que pueden darse:

Si el niño está tosiendo: Lo animaremos a seguir tosiendo, la propia tos producirá que el cuerpo extraño salga de la vía aérea. No hay que darles golpes en la espalda ni intentar sacar el cuerpo extraño si no lo vemos.

Si el niño está consciente pero la tos es débil o insuficiente para expulsar el cuerpo extraño, no puede hablar o tiene dificultad para respirar: lo primero que debemos hacer es llamar a los servicios de emergencia 112. Después, actuaremos de la siguiente manera: ver la boca y si el objeto es visible con cuidado intentar extraerlo pero sin empujarlo hacia dentro. Si no lo vemos o no se puede extraer, dependiendo de la edad del niño, actuaremos de diferentes maneras: le daremos 5 golpes en la espalda, entre los omóplatos con el talón de la mano, como se ve en la foto:

Después, si no ha expulsado el cuerpo extraño y es menor de un año se le dará la vuelta y realizará 5 compresiones en el centro del tórax, debajo de la línea que une ambos pezones.

si es mayor de un año se le darán 5 compresiones abdominales en la boca del estómago, a lo que llamamos maniobra de Heimlich. Estas maniobras deben repetirse hasta que el niño expulse el objeto, respire mejor o pierda la consciencia.

Si el niño está inconsciente, llamaremos inmediatamente al 911y comenzaremos las medidas de reanimación cardiopulmonar.