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Un Estadio Olímpico Félix Sánchez agradecido por tener una propuesta de tanta calidad vocal como la del cantante italiano Andrea Bocelli, recibió la noche de este sábado 24 de febrero, a un público amante de la buena música.

Desafiando el calor de esta ciudad caribeña y con sus mejores galas, personas de diversas partes del país y muchas procedentes de otras naciones, pagaron entre 4,000 y 71,000 pesos para deleitarse con la voz e interpretación de Bocelli. Y valió la pena.

Desde la primera canción “L´Arlesiane” de Georges Bizet, interpretada pasadas las 9 de la noche, el tenor demostró por qué es considerado como uno de los mejores cantantes del mundo, recibiendo los aplausos de las personas que casi abarrotaron las áreas habilitadas para esta íntima presentación.

A esta le siguieron: “La donna è mobile” de “Rigoletto”, de Giuseppe Verdi y “El barbero de Sevilla”.

El recital estuvo dividido en dos tiempos. En el primero de ellos se pudo disfrutar del talento de la soprano cubana María Aleida y del flautista italiano Andrea Griminelli, quienes arrancaron aplausos tanto en solitario como en compañía de Bocelli.

Ya con María Aleida, Bocelli cantó “La viuda alegre” de Franz Lehár (y bailaron juntos), “La Bohème” (“O soave fanciulla”) de Giacomo Puccini o “La Traviata” (“El brindis”) de Verdi; este último acompañado por las palmas que pidió al público el director Bernini.

Luego, el tenor cantó de forma magistral a Gaetano Donizetti (“La fille du régiment”) y a Giuseppe Verdi (“La mia Letizia” de “I Lombardi”).

En el segundo tiempo, tras una pausa de 20 minutos, el artista se hizo acompañar de la joven cantante neoyorquina Carolina Rial, con quien cantó varios temas incluyendo el éxito mundial de Bocelli, “Vivo per lei”. Antes de ella cantó en solitario “Shallow”, canción que popularizaron Ladi Gaga y Bradley Cooper, para la película “A star is born”.

Luego, el tenor cantó de forma magistral a Gaetano Donizetti (“La fille du régiment”) y a Giuseppe Verdi (“La mia Letizia” de “I Lombardi”).

En el segundo tiempo, tras una pausa de 20 minutos, el artista se hizo acompañar de la joven cantante neoyorquina Carolina Rial, con quien cantó varios temas incluyendo el éxito mundial de Bocelli, “Vivo per lei”. Antes de ella cantó en solitario “Shallow”, canción que popularizaron Ladi Gaga y Bradley Cooper, para la película “A star is born”.

72 Fue la cantidad de músicos dominicanos que acompañaron a Andrea Bocelli en su concierto en Santo Domingo.

Orquesta Filarmónica Nacional a la altura

Una luna llena al fondo de la tarima aportó aún más magia a este show, en el que el cantante estuvo acompañado por la Orquesta Filarmónica Nacional, dirigida por Carlos Bernini, y que, al inicio del concierto, fue acompañado por Amaury Sánchez.

La calidad de la Orquesta quedó demostrada, un acompañamiento digno para un artista de la talla de Bocelli, que en cada interpretación dejaba ver con una sonrisa lo complacido que se sentía con los músicos dominicanos.

Bocelli estuvo acompañado en tarima por 72 músicos dominicanos, en un show que contó con un sistema de audio de última tecnología distribuido por todo el estadio, lo que garantizó una experiencia de sonido única para todos los asistentes. Solo en un instante falló, porque, al parecer, el micrófono del cantante estaba apagado, situación que se corrigió en segundos. El show en el país fue producido por SD Concerts y el empresario artístico Saymon Díaz.

El show también estuvo amenizado por bailarines criollos de danza aérea y contemporánea que le agregaron belleza al recital.

Otro elemento que sumó al espectáculo fueron las imágenes proyectadas en pantallas gigantes, que acompañaron las canciones; desde fotos de momentos especiales de su carrera de 30 años hasta imágenes de ciudades como Nueva York, Roma, Sevilla y Granada.

Cambio de vestuario

El artista lució varios cambios de vestimenta a lo largo del show. Al principio lo hizo de negro, de rigurosa etiqueta; luego subió a escena con un traje azul que combinó con la escenografía de fondo y el atuendo de una de sus invitadas. También vistió de plateado y dorado.

La parte final

Andrea es de esos artistas que conocen a la perfección su capacidad vocal y el valor del público que paga un boleto para verlos, por esa razón, pasadas las 11 de la noche, por petición del público, tras despedirse, regresó dos veces al escenario.

Para esta parte dejó algunas de las canciones más demandantes vocalmente: “O sole mio” y “Con te partirò”, además de Nessun Dorma’ del ‘Turandot’, de Puccini, generando una ovación de pie por la calidad de interpretación que realizó. Ese fue el broche de oro para cerrar este mágico concierto de dos horas de duración, con el que Bocelli transformó el Estadio Olímpico en un inmenso teatro para celebrar con los dominicanos sus 30 años de carrera de éxitos.